¿Sabes cómo es un hogar inteligente? Es hora de que vayas descubriéndolo porque en un futuro y no muy lejano, prácticamente todos nuestros electrodomésticos estarán conectados a Internet. El frigorífico nos hará la lista de la compra, se acordará de nosotros cuando estemos en el súper y se nos olvide añadir algún producto a la cesta, la lavadora nos recordará que ha terminado y tenemos que tender la ropa a través de una notificación en el móvil…
Nos puede parecer un escenario muy futurista pero a estas alturas nada es imposible, y lo cierto es que este día llegará, a pesar de que, en la actualidad, la mayoría de los hogares aún viven rezagados de la realidad de los objetos inteligentes. En cambio, algunos de tus electrodomésticos ya llevan tiempo conectados y lo has pasado por alto…
¡Mi casa ya tiene electrodomésticos conectados!
Nuestras casas ya tienen electrodomésticos conectados y han pasado desapercibidos… entrar en una casa y que no parezca de ciencia ficción no quiere decir que los electrodomésticos no estén en órbita. La mayoría de ellos están conectados a la red de Internet, aunque muchas veces no la uses.
Múltiples estudios afirman que en 2021 (sí, dentro de un mes), ya tendremos siete dispositivos conectados por habitante. El más común a día de hoy es el televisor. Si tienes una smarth tv, tu equipo ya está conectado a Internet. Desde aquí puedes acceder a todo tipo de contenidos y disfrutar de películas y series en streaming.
En cambio, tenemos otros equipos en las casas que ya funcionan conectados, los termostatos que controlan la temperatura en casa, robots aspiradores que mapean tu casa en un abrir y cerrar de ojos, consolas de videojuegos, lavadoras, etcétera. Es lo que se denomina el Internet de las Cosas o IoT, por sus siglas en inglés, Internet of Things.
Todos los dispositivos que se conectan a internet en tu hogar tienen una dirección IP, lo que los identifica como equipos presentes y conectados.
Los equipos conectados se amplían poco a poco
Cada vez que toca cambiar un electrodoméstico de la casa se produce un debate que apunta hacia varios factores: precio, eficiencia, funciones extra, conectividad… Con el tiempo nos hemos visto casi obligados a comprar televisores inteligentes que nos proporcionen todo el potencial de conectividad que requiere estar suscritos a servicios de contenidos en streaming, como por ejemplo HBO, Netflix o Prime Video.
A día de hoy ya hay en el mercado frigoríficos con WiFi y cámaras integradas, que nos permita controlar qué hay dentro estando en el supermercado o nuestra propia casa para pensar cuál será el menú del día y evitar mantenerlo abierto durante demasiado tiempo.
Lo mismo sucede con las lavadoras. Existen sistemas inteligentes que nos permiten poner en marcha la colada en cualquier momento y lugar (Smart Remote Control), descargar nuevos programas de lavado (Cycle Download) o solucionar pequeños problemas técnicos (Smart Diagnosis). Basta con una conexión y un móvil para vincular los dispositivos.
¿Cómo deben ser nuestras casas para conectarnos más aún?
Seguramente estés pensando cómo será nuestra conexión a Internet trás la avalancha de necesidades que se nos viene encima en términos de conectividad. Si actualmente ya se nos queda corta con un par de móviles, la tele y dos ordenadores conectados, ¿cómo lo haremos cuando toque añadir la lavadora, el frigorífico o los sensores de calefacción?
La respuesta para el futuro más inmediato está, sin duda alguna, en el 5G. Algunas compañías ya se han adelantado a esta necesidad, por ejemplo, Vodafone ha lanzado una oferta comercial especialmente pensada para familias y hogares súper conectados. Se trata de Vodafone One Hogar Ilimitable.
La tecnología 5G, que ya está llegando a los hogares, nos ofrece la posibilidad de conectar más dispositivos y de hacerlo a velocidades superiores. Esto busca dar soporte a las nuevas necesidades en casa, puesto que cada vez tenemos que conectar más equipos de distinta índole.
Pero, ¿en qué consisten exactamente? Todos los paquetes añaden un plus de seguridad a la navegación, gestionando el tiempo de acceso a Internet y aplicando distintas políticas de protección familiar. Esto es ideal si hay niños o adolescentes en casa.