El Día Mundial del Ahorro de Energía se celebra cada 21 de octubre. Tiene como objetivo promover la cultura del uso eficiente de este recurso. A raíz del coronavirus pasamos más tiempo en casa, por lo que el uso de los electrodomésticos se ha incrementado y con ello los recibos de luz. ¿Eres consciente de ello? Estar concienciado con el ahorro de energía y el medio ambiente nos puede ayudar, no solo a nuestra economía ahorrando unos euros a final de mes, sino también al medio ambiente. Día Mundial del Ahorro de Energía: ¿Cómo reducir el consumo de electricidad en casa? Para que te hagas una idea, los electrodomésticos que tenemos en casa consumen aproximadamente:
- Lavadora: Consume 450 Watts (W). Intenta lavar a su máxima capacidad, con agua fría y realiza el mantenimiento del motor cada 6 meses.
- Nevera: Consume 350 W. El consejo es mantener la puerta siempre cerrada y desconectarlo cuando haya escarcha en la parte de arriba.
- Horno microondas: Gasta 1100 W y es uno de los electrodomésticos que más consume.
- Termo eléctrico: Enciéndela una hora antes de usarla. Lo preferible es apagarla o poner un temporizador. Es ideal darle mantenimiento una vez al año.
- Cargador de móvil: Dejarlo enchufado equivale a gastar las dos terceras partes de electricidad que cuando está en uso.
- Televisión: Este electrodoméstico está presente en el día a día. Mantenerlo encendido equivale a tener 3.7 focos de watts en uso.
La electricidad es un bien básico. Su precio repercute directamente en el de miles de productos. Muchos de ellos muy presentes en la lista de la compra de la mayoría de nosotros. El incremento del Índice de Precios de Consumo (IPC) que, según datos del INE, se situó en septiembre en el 4%, está provocando que muchos proveedores se hayan visto obligados a subir sus precios debido al incremento del coste de la energía, lo que, junto con el incremento del coste de los carburantes (gasolina y gasoil) está produciendo un aumento de los precios en los bienes básicos en nuestra cesta del supermercado.
Los alimentos que más han visto afectado su precio son los aceites y las grasas (que han subido de precio hasta un 20%), el agua, los refrescos (7,4%), la fruta fresca (4,6%), los huevos (3,5%) y la carne de ave (3%).
Nuestras acciones marcan la diferencia. Cada gesto cuenta, y es nuestro deber seguir aunando esfuerzos por un mundo sostenible para todos.