A raíz sobre todo de la pandemia debido al COVID-19 cada vez son más las personas que optan por mudarse a vivir lejos del centro de la ciudad, en busca de zonas más tranquilas, rodeadas de naturaleza, sin el estrés diario que implica una ciudad. Cada vez más se demandan viviendas unifamiliares, con patio amplio, jardín con zonas verdes, piscina, sobre todo con mayor espacio para vivir más cómodamente. De este modo muchas personas en España han optado por comprar una primera o segunda residencia unifamiliar. Entonces… ¿Me compro un chalet o un piso? sigue leyendo para ver sus pro y sus contra.
¿Cuáles son las ventajas de vivir en un chalet?
Lo primero que debes saber es que hay chalets independientes, adosados y pareados. Las viviendas adosadas destacan porque están a medio camino entre las casas independientes y los bloques de pisos. Son una opción muy buena para quiénes cambien el centro de la ciudad por una zona más tranquila, pero sin dejar de lado todos los beneficios. Algunas de estas ventajas de vivir en un adosado son:
- Mayor tranquilidad, ya que se suelen situar en zonas residenciales tranquilas.
- Vivir dentro de una comunidad, los chalets adosados también permiten crear comunidad, porque vas a tener vecinos a cada lado, y además muchos de ellos tendrán zonas comunes: jardines, piscina comunitaria, gimnasio, etcétera. De esta manera te puedes relacionar con tus vecinos.
- Tendrán mayor amplitud porque habitualmente constan de 2 plantas, y los cuartos son más grandes.
- Espacio al aire libre, fundamental ya que cuentan con terraza o jardín amplio.
- No hay gastos de comunidad, a diferencia de los pisos, por lo general, los chalets, salvo los que tienen zonas comunes, no tendrán gastos comunitarios.
- Cuentan con garaje dentro de la vivienda, lo que da mayor seguridad al vehículo que ya no tendrá que quedarse aparcado en la calle o en un parking comunitario.
¿Cuáles son las desventajas de vivir en un chalet?
Es casi imprescindible contar con coche propio. Al estar situados en zonas alejadas de la ciudad, hará falta contar con coche, porque la mayoría de urbanización o localidades más pequeñas no cuentan con una red de transporte público frecuente.
Además, vas a tener más obligaciones en casa, como puede ser por ejemplo el cuidado del jardín, y por supuesto, tendrás más espacios para limpiar.
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